Fantasmas que no te dan escalofríos. La fotografía de espectros como influencia creativa

Resumen

La llamada fotografía de fantasmas, en la que supuestamente se capta en negativo o en plancha la aparición de un ser de otro mundo o dimensión (del reino de los muertos u otras variantes), es uno de los subgéneros de mayor éxito y ha una de las tradiciones más largas en la fotografía. Podemos rastrearlo hasta casi el nacimiento del médium y ha sobrevivido hasta nuestros días. Sin embargo, a pesar de su atractivo perdurable, no ha sido objeto de mucho estudio académico, quizás debido a prejuicios relacionados con sus orígenes en creencias populares relacionadas con la magia. No obstante, es un ejemplo paradigmático de la idiosincrasia de la propia fotografía, muchas veces considerada como huella y, en consecuencia, como imagen fantasma. Por otro lado, el subgénero espectral ha sido fundamental para investigar la ontología de la fotografía y llevarla hasta sus límites, con desmaterializaciones de los objetos presentados. En este artículo defenderé cómo este motivo visual, relacionado con los espectros en algunas de sus variantes, acabó trasladándose al terreno artístico. La fotografía manipulada con material ectoplasmático ha seducido a muchos artistas, especialmente a los pertenecientes a movimientos de vanguardia como el surrealismo, que ya por su propia naturaleza se interesaba por lo sobrenatural, así como a artistas posteriores que también se inspiraron en este movimiento artístico.